Recuerdos.

"Los seres humanos sufren del peor de los males: la conciencia."
-Anónimo.

Explorar nuestros recuerdos puede ser un arma de doble filo: podemos recordar agradables sensaciones y recuerdos que nos hagan sentir bien, tiempos mejores quizá, tiempos donde todo era más simple; o bien, puede ser un método de tortura a uno mismo, rozando con el masoquismo. Es normal quebrarse ante el recuerdo de aquellos que ya no están, del niño que solíamos ser, o demás.

No estoy aquí para discutir cuestiones filosóficas o psicológicas sobre la conciencia y la mente humana; es más, yo ni siquiera estoy aquí, sólo mis recuerdos, los cuales no están en el presente, como tú y yo. Estoy aquí para poder vivir mis recuerdos una vez más. Para sonreír recordando mis aventuras de la infancia, o para quebrarme recordando a quienes se marcharon. No pretendo ser un poeta, la mayoría de lo que leerás aquí son sólo sinsentidos productos de mi nostalgia, mi excelente memoria, o mi gusto por la tristeza. Escribo para no olvidar y para recordar, y quien guste ayudar a mantener vivos mis recuerdos, aunque sea sólo mientras me leen, es bienvenido.
Me niego rotundamente a olvidar y a ser olvidado, por eso comparto mis recuerdos.